La polución de aire, consecuencia de las plantas energéticas y los automóviles, está afectando en gran medida a la fragancia de las flores, lo que supone no sólo un problema para el propio brote, sino para los insectos que se guían por su olor para recolectar el polen, explicó el doctor José Fuentes, científico de la Universidad de Virginia y uno de los autores de un estudio sobre este asunto.
Ésta contaminación es la causante de que algunos insectos estén desapareciendo en algunas zonas del mundo, como las abejas, que necesitan el néctar para su alimentación.
domingo, 13 de abril de 2008
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