El oso de de las cavernas, que desapareció de la faz de la Tierra hace 15.000 años, fue una especie hermana de los osos polares y los pardos, con quienes tuvo un antepasado común hace 1,6 millones de años. Un grupo de científicos franceses ha desentrañado los misterios de su genoma mitocondrial completo (el heredado por la vía materna) y ha concretado pistas que ya tenían sobre una especie que compartió hogar (las cuevas) con humanos primitivos, como el 'Homo heilderbengensis', el neandertal y los primeros 'Homo sapiens'.
Los científicos, de varias instituciones francesas, han utilizado en su análisis los huesos encontrados en la cueva Chauvet-Pont d'Arc, un yacimiento que salió a la luz en 1994 al sur de Francia. En su interior, además de miles de restos de animales, sus descubridores encontraron pinturas primitivas de hace unos 34.000 años, realizadas con carbón, que se consideran las más antiguas de Europa.
Curiosamente, el 90% de los fósiles pertenecieron a osos de las cavernas ('Ursus spelaeus'), muchos de ellos cráneos. Algunos de estos restos han sido los utilizados para analizar el ADN mitocondrial (ADN mt) de esta especie extinta, que algunos aseguran que desapareció por un exceso de caza por parte de los humanos.
En este caso, los fósiles seleccionados para su análisis pertenecen a un ejemplar de hace unos 34.000 años. Los investigadores han utilizado la técnica PCR (Polymerase Chain Reaction, en inglés), que consiste en obtener un gran número de copias de un pequeño fragmento de ADN.
No es la primera vez que se logra secuencia completa del ADN Mt de un oso del Pleistoceno. Svante Päabo, del Instituto Max Planck de Alemania, ya lo logró en julio del año pasado. En su artículo estima que la separación del oso de las cavernas y el resto de especies se produjo hace 2,7 millones de años, como recuerda el experto español Carles Lalueza, del Instituto de Investigación sobre Evolución Biológica (CSIC).
Este oso, carnívoro, que llegaba a superar los 400 kilos de peso y tres metros de altura, gradualmente evolucionó hca el 'Ursus deningeri', presente en Euroepa y Oriente Próximo desde hace 300.000 a 15.000 años, cuando desapareció. Por lo que se ha averiguado gracias a su ADN mt, la separación entre estos mamíferos gigantescos y los panda se produjo hace 12 millones de años. La divergencia entre los osos polares del este y del oeste sucedió hace 550.000 años, probablemente en la Edad de Hielo, y entre el linaje del oeste y el oso polar hace 350.000 años.
Para Lalueza, este estudio, publicado en la revista Proceedings of National Academy of Science (PNAS), «no aporta grandes novedades respecto al que hace unos meses publicó Svante Pääbo». «El unico interes anecdotico del articulo actual radica en el hecho de que provenga de la cueva de Chauvet, que tiene el arte rupestre mas antiguo de Europa», asegura.
Tomado de www.elmundo.es
lunes, 27 de octubre de 2008
sábado, 25 de octubre de 2008
Tarántula caníbal
Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han llevado a cabo un estudio que demuestra que un tercio de las hembras de la tarántula mediterránea se alimenta del macho en lugar de aparearse con él.
El estudio demuestra que las hembras obtienen un importante beneficio biológico de esta práctica, conocida como Canibalismo sexual, ya que al alimentarse del macho las hembras aumentan la cantidad y calidad de su progenie
El estudio demuestra que las hembras obtienen un importante beneficio biológico de esta práctica, conocida como Canibalismo sexual, ya que al alimentarse del macho las hembras aumentan la cantidad y calidad de su progenie
sábado, 18 de octubre de 2008
Descubren el perro domesticado más antiguo hasta la fecha
Nuestros inseparables amigos, los perros, están con nosotros desde al menos 31.700 años, y es que un equipo internacional de científicos ha identificado los huesos de un can, cuya calavera ilustra este post, en una cueva de Bélgica y que, por lo tanto, pasa a constituirse los restos deun animal de ese tipo más antiguos de los que se tenga memoria.
Hasta ahora el más antiguo resto que se había descubierto era un perro encontrado en Rusia, que databa de hace catorce mil años.
Los restos fósiles del perro fueron descubiertos en la cueva Goyet, y al parecer estarían asociados con la cultura Auriñaciense. “Las diferencias más marcadas entre estos perros y los actuales es el tamaño de los dientes”, dijo a Discovery, Mietje Germonpré, autor principal del artículo, que ha sido publicado en Journal of Archaeological Science.
“En forma, los perros paleolíticos eran más parecidos a un actual Siberian husky, pero en tamaño eran más grandes, tal vez parecidos con los perros pastores”, agregó Germonpré, paleontólogo del Instituto Real belga de Ciencias Naturales.
En el artículo los científicos comparan a este perro antiguo con otros 117 cráneos de perros fósiles y actuales, e incluso con lobos y zorros. En esa comparación pudieron descubrir que “el perro paleolítico tenía un hocico más corto y ancho y un casquete cerebral relativamente más grande que otros perros fósiles y lobos”, dijo Germonpré.
Al fósil se le realizó un análisis de isotopos con el cual se pudo saber de qué se alimentaban, y eso arrojó presas como caballos, renos y bueyes almizcleros, pero nada de pescado. Germonpré tiene una teoría de cómo podría haberse iniciado la domesticación de los perros, y es que tal vez los cazadores prehistóricos mataron a una loba y se llevaron sus cachorros a casa, para cuidarlos. Es sabido que todas las crías suelen generar ternura en el ser humano, y tal vez los primitivos cazadores de Europa no fuesen la excepción.
Según Germonpré, se iban quedando con los más dóciles y se deshacían de los salvajes, con lo que en unas 10 generaciones ya se podrían ver cambios morfológicos. Según los autores es posible que los perros fuesen usados para rastrear, cazar y para transportar las presas.
Según Susan Crockford, antropóloga y bióloga evolutiva de la Universidad de Victoria, Canadá, no cree que los ariñaciences hubiesen domesticado al lobo para convertirlo en un perro, sino que los lovos tuvieron una “auto domesticación” cada tanto en la historia evolutiva, lo que podría explicar por qué aparecen y desaparecen del registro fósil. O sea por qué no hay más perros en el registro arqueológico.
Rinocerontes en cautividad
Descubrimiento acerca al hombre con el gorila
Un grupo de investigadores de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, acaba de descubrir que la comunicación entre los gorilas está relacionada con el hemisferio izquierdo de su cerebro, igual que ocurre en los seres humanos.
La responsable de este trabajo ha sido la psicóloga británica Gillian Sebestyen Forrester, que desarrolló un nuevo sistema para analizar el comportamiento de los gorilas que viven en cautividad.
Gracias a este método pudo comprobar que en estos grandes primates son diestros y que el hemisferio izquierdo de su cerebro no sólo es el que controla la parte derecha del cuerpo, sino también las partes implicadas en el desarrollo de su sistema de comunicación, como son la cabeza y la boca.
Es lo mismo que ocurre con los humanos: el hemisferio derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo, y viceversa. A los cinco o seis años uno de ellos se convierte en dominante. Si es el izquierdo, será el hemisferio del lenguaje; si es el derecho, será el de las emociones.
Algunas hipótesis apuntan que los diestros sufren menos enfermedades y tienen menos accidentes, lo que les habría favorecido a lo largo de la evolución y hace que hoy sean mayoría. También se ha descubierto recientemente que en ser o no zurdo interviene la activación de un gen.
En el caso de esta investigación, publicada en la revista 'Animal Behaviour', Forrester se muestra convencida de que sus resultados con los gorilas podrían proporcionar pistas importantes sobre la evolución de la lengua en los seres humanos. "Compartimos 23 millones de años de evolución con los grandes simios, y hace unos seis millones que nos separamos de los chimpancés. Los gorilas hemos comprobado que tiene formas de comunicación no verbal muy sofisticadas, que creo que fue una de las capacidades de lenguaje que tuvimos alguna vez", ha declarado a 'ScienceDaily'.
Otros trabajos anteriores ya habían mostrado que los chimpancés prefieren también utilizar la mano derecha para realizar tareas manuales, pero hasta ahora nadie había relacionado la comunicación en los primates con su capacidad de utilizar la parte derecha de su cuerpo con más frecuencia.
La responsable de este trabajo ha sido la psicóloga británica Gillian Sebestyen Forrester, que desarrolló un nuevo sistema para analizar el comportamiento de los gorilas que viven en cautividad.
Gracias a este método pudo comprobar que en estos grandes primates son diestros y que el hemisferio izquierdo de su cerebro no sólo es el que controla la parte derecha del cuerpo, sino también las partes implicadas en el desarrollo de su sistema de comunicación, como son la cabeza y la boca.
Es lo mismo que ocurre con los humanos: el hemisferio derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo, y viceversa. A los cinco o seis años uno de ellos se convierte en dominante. Si es el izquierdo, será el hemisferio del lenguaje; si es el derecho, será el de las emociones.
Algunas hipótesis apuntan que los diestros sufren menos enfermedades y tienen menos accidentes, lo que les habría favorecido a lo largo de la evolución y hace que hoy sean mayoría. También se ha descubierto recientemente que en ser o no zurdo interviene la activación de un gen.
En el caso de esta investigación, publicada en la revista 'Animal Behaviour', Forrester se muestra convencida de que sus resultados con los gorilas podrían proporcionar pistas importantes sobre la evolución de la lengua en los seres humanos. "Compartimos 23 millones de años de evolución con los grandes simios, y hace unos seis millones que nos separamos de los chimpancés. Los gorilas hemos comprobado que tiene formas de comunicación no verbal muy sofisticadas, que creo que fue una de las capacidades de lenguaje que tuvimos alguna vez", ha declarado a 'ScienceDaily'.
Otros trabajos anteriores ya habían mostrado que los chimpancés prefieren también utilizar la mano derecha para realizar tareas manuales, pero hasta ahora nadie había relacionado la comunicación en los primates con su capacidad de utilizar la parte derecha de su cuerpo con más frecuencia.
Códigos de señales
Para ello, la psicóloga realizó un exhaustivo análisis de las señales visuales que se enviaban los gorilas y logró codificarlas. "Por ejemplo, en lugar de etiquetar subjetivamente un comportamiento como agresivo, lo que he hecho es desmenuzar las diferentes fases de su mirada, la expresión facial y su acción física. Y he buscado patrones repetidos dentro de su contexto social", explica.
El 'laboratorio' de su experimento fue el Parque de Animales Salvajes de Kent, donde hay una gran familia de gorilas que vive en un recinto que recrea el hábitat salvaje de las selvas del centro de África.
Forrester puso especial atención en el comportamiento de una hembra adulta, de 13 años de edad, llamada 'Foufou', en su hijo y en la red social en torno a ellos. "Los simios, como los humanos, utilizan una extensa gama de signos de lenguaje no verbal en su interacción, como son las expresiones faciales, las miradas o los gestos con las manos. Por ello, analizando sus acciones físicas sincrónicas podemos descubrir sus señales de comunicación y probar que, en el fondo, hablan unos con otros", argumenta.
El método multidimensional que ha utilizado también puede ser útil para estudiar otros grupos de individuos que no tienen capacidad verbal. De hecho, en estos momentos la psicóloga trabaja con un grupo de niños de entre dos y cuatro años que tienen dificultades para hablar. "Los datos que proporciona este sistema pueden ayudarnos a entender señales que fueron importantes en la evolución de la lengua y también para mejorar la diagnosis de enfermedades como el autismo", aventura.
Tomado de www.elmundo.es
viernes, 17 de octubre de 2008
Insecto palo
Esste es el Phobaeticus chani, un insecto palo, que mide 56,6 centímetros de punta a punta y tiene un cuerpo de 35,7 centímetros. Ayer fue presentado como el insecto más grande conocido hasta el momento en el Museo de Historia Natural de Londres.
El especimen, procedente de la selva Borneo (Malasia), ha sido donado por Datuk Chan Chew Lun al museo y mide 2,9 centímetros más que el anterior ejemplar de mayor tamaño conocido, el phobaeticus kirbyi, también originario de Borneo.
Los científicos conocen muy poco sobre la biología del insecto, de cuya especie sólo se han encontrado tres especímenes. No obstante, los huevos del insecto resultan muy interesantes: consisten en una pequeña cápsula dotada de unas prominencias que hacen la función de alas, facilitando que el viento disemine los huevos.
"Es una pena que muchas otras especies de insectos espectaculares estén desapareciendo a medida que sus hábitats son destruidos y antes de que tengamos tiempo de encontrarlos y catalogarlos", ha lamentado George Beccaloni, responsable de la colección de insectos palo del museo. Existen hasta 3.000 especies de insecto palo en el mundo, la mayoría localizadas en el trópico y en el subtrópico.
Tomado de www.elpais.com
El especimen, procedente de la selva Borneo (Malasia), ha sido donado por Datuk Chan Chew Lun al museo y mide 2,9 centímetros más que el anterior ejemplar de mayor tamaño conocido, el phobaeticus kirbyi, también originario de Borneo.
Los científicos conocen muy poco sobre la biología del insecto, de cuya especie sólo se han encontrado tres especímenes. No obstante, los huevos del insecto resultan muy interesantes: consisten en una pequeña cápsula dotada de unas prominencias que hacen la función de alas, facilitando que el viento disemine los huevos.
"Es una pena que muchas otras especies de insectos espectaculares estén desapareciendo a medida que sus hábitats son destruidos y antes de que tengamos tiempo de encontrarlos y catalogarlos", ha lamentado George Beccaloni, responsable de la colección de insectos palo del museo. Existen hasta 3.000 especies de insecto palo en el mundo, la mayoría localizadas en el trópico y en el subtrópico.
Tomado de www.elpais.com
jueves, 9 de octubre de 2008
Pingüinos amenazados por cambio climático
El aumento global de la temperatura, que será dos grados centígrados, provocará que la población antártica de pingüinos adelia y emperador se vea reducida entre un 50% y un 75%, respectivamente, en 2042 en la zona continental de la Antártida, según el estudio 'Cambio Climático en la Antártida' del grupo ecologista WWF/Adena presentado en el Congreso Mundial de la Naturaleza.
Según explicó el investigador del CSIC Andrés Barbosa, el calentamiento se traduce en la pérdida del hielo marino y glaciar, lo que reduce la superficie de su parte basal y, con ello, la cantidad de fitoplancton que se desarrolla bajo el hielo.
Este componente es el alimento del krill -una pequeña gamba- que a su vez es la presa "fundamental" de los animales que viven en el Antártico. "Si la presa disminuye, el resto de población disminuirá, dijo Barbosa. Esta disminución de krill ya se ha constatado en la Antártida peninsular".
El investigador también concretó que en la zona continental ha aumentado la cantidad de hielo debido a los vientos, variables debido al cambio climático. Según este experto, esto provoca que las zonas de alimentación estén "más alejadas" y aumenten los costes energéticos.
"La situación es bastante catastrófica", concluyó, al tiempo que advirtió de que afectará tanto a la Antártica peninsular como continental. "Es una señal que nos debe hacer pensar y cambiar el modelo", aconsejó.
La población total de pingüinos en la Antártica es de unos cinco millones, y, según reveló el coordinador del estudio, Juan Casavelos, es la única especie "estrictamente antártica", ya que el resto de animales están también en otras zonas del planeta. Por ello, los pingüinos estarán "influidos más negativamente".
Según explicó el investigador del CSIC Andrés Barbosa, el calentamiento se traduce en la pérdida del hielo marino y glaciar, lo que reduce la superficie de su parte basal y, con ello, la cantidad de fitoplancton que se desarrolla bajo el hielo.
Este componente es el alimento del krill -una pequeña gamba- que a su vez es la presa "fundamental" de los animales que viven en el Antártico. "Si la presa disminuye, el resto de población disminuirá, dijo Barbosa. Esta disminución de krill ya se ha constatado en la Antártida peninsular".
El investigador también concretó que en la zona continental ha aumentado la cantidad de hielo debido a los vientos, variables debido al cambio climático. Según este experto, esto provoca que las zonas de alimentación estén "más alejadas" y aumenten los costes energéticos.
"La situación es bastante catastrófica", concluyó, al tiempo que advirtió de que afectará tanto a la Antártica peninsular como continental. "Es una señal que nos debe hacer pensar y cambiar el modelo", aconsejó.
La población total de pingüinos en la Antártica es de unos cinco millones, y, según reveló el coordinador del estudio, Juan Casavelos, es la única especie "estrictamente antártica", ya que el resto de animales están también en otras zonas del planeta. Por ello, los pingüinos estarán "influidos más negativamente".
EFECTOS NOTABLES
Según Barbosa, los efectos del calentamiento global ya se han hecho notar "acusadamente" en la región antártica, ya que, por ejemplo, los científicos han constatado en el estudio de una determinada colonia una reducción del 60% en el caso de las poblaciones de adelia en los últimos 25 años, y un descenso de 250 a diez parejas de emperador.
Casavelos pidió que se alcance un nuevo acuerdo climático global "que trascienda el Protocolo de Kyoto", ya que éste vence en 2012, exigió que este acuerdo contemple "reducciones dramáticas" de emisión de gases de efecto invernadero y propuso que sean de un 80% en 2050 en comparación con los niveles de 1990 para evitar la extinción de estos animales.
Finalmente, explicó que el estudio es un "acople" de cuatro modelos en que se demuestran los estragos que causaría en la población de pingüinos el aumento de la temperatura. Los autores del estudio son científicos de varias universidades norteamericanas y francesas centrados en algunas colonias continentales y de la península.
Tomado de www.elmundo.es
Bacteria 'Desulforudis audaxviator'
Micrografía de la bacteria 'Desulforudis audaxviator' encontrada en la mina de Mponeng, Sudáfrica. (Foto: 'Science').
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los científicos cuando se plantean la posibilidad de encontrar vida en otros planetas es si algún organismo es capaz de vivir de forma independiente, sin necesidad de recibir la luz del sol o de alimentarse de otros seres vivos. La duda ha quedado siempre sin respuesta. El descubrimiento en una mina de oro, a casi tres kilómetros de profundidad, de una nueva bacteria ha conseguido abrir una nueva puerta en la investigación astrobiológica.
"Ahora que tenemos la prueba de la existencia de un organismo como este, es excitante, hasta en un sentido filosófico, saber que todo lo necesario para la vida está empaquetado dentro de un solo genoma", afirma Dylan Chivian, autor del descubrimiento que se ha publicado en la revista 'Science' e investigador del Laboratorio de la División de Biociencias Físicas de al Universidad de Berkeley (EEUU).
Además, el hallazgo supone la primera prueba de un ecosistema formado por una única especie biológica. La bacteria 'Desulforudis audaxviator', encontrada en una nueva galería de la mina de oro de Mponeng, cercana a Johanesburgo (Sudáfrica), en condiciones de total oscuridad y a más de 60 grados centígrados de temperatura, vive de forma totalmente aislada de otras formas de vida.
Consigue sobrevivir en un hábitat semejante gracias a la energía que extrae, no del Sol, sino del hidrógeno y del sulfato producidos por la descomposición radiactiva del uranio presente en la mina. Además, como vive aislada de otras formas de vida, obtiene sus moléculas orgánicas de la humedad presente en la tierra, del carbono inorgánico de las rocas y del nitrógeno que proviene del amonio que rodea los minerales.
Largo camino por la Evolución
En el largo trayecto evolutivo hasta las profundidades de la Tierra, esta bacteria ha desarrollado una batería de genes que le permiten hacer cosas impensables en otras formas de vida, como fijar el nitrógeno directamente del elemento químico presente en el medio.
"Casi todos los organismos viven en comunidades con diferentes papeles dentro de cada ecosistema", dice Chivian. Pero 'D. audaxviator' ha obtenido genes fundamentales para su vida de otros organismos, como arqueas, gracias a la capacidad de intercambiar material genético, un proceso conocido como transferencia horizontal que le permite obtener genes de organismos muy diferentes a él.
Estos le permiten, no sólo alimentarse de materia inorgánica exclusivamente, sino convertirse en una espora cuando hay periodos pobres en nutrientes o protegerse a sí mismo del ataque de los virus.
No se trata de un organismo marciano, pero su modo de vida bien podría encajar con las condiciones que podría tener un organismo en Marte. Sin embargo, su procedencia no es extraterrestre, sino todo lo contrario procede del mismo corazón de la Tierra.
De hecho, el nombre de la bacteria procede de la literatura de ciencia ficción del maestro Julio Verne. En un momento de su Viaje al centro de la Tierra, el protagonista, el profesor Lidenbrock, descifra un mensaje que dice en latín: "desciende, 'Audax viator', y alcanza el centro de la Tierra".
Tomado de www.elmundo.es
"Ahora que tenemos la prueba de la existencia de un organismo como este, es excitante, hasta en un sentido filosófico, saber que todo lo necesario para la vida está empaquetado dentro de un solo genoma", afirma Dylan Chivian, autor del descubrimiento que se ha publicado en la revista 'Science' e investigador del Laboratorio de la División de Biociencias Físicas de al Universidad de Berkeley (EEUU).
Además, el hallazgo supone la primera prueba de un ecosistema formado por una única especie biológica. La bacteria 'Desulforudis audaxviator', encontrada en una nueva galería de la mina de oro de Mponeng, cercana a Johanesburgo (Sudáfrica), en condiciones de total oscuridad y a más de 60 grados centígrados de temperatura, vive de forma totalmente aislada de otras formas de vida.
Consigue sobrevivir en un hábitat semejante gracias a la energía que extrae, no del Sol, sino del hidrógeno y del sulfato producidos por la descomposición radiactiva del uranio presente en la mina. Además, como vive aislada de otras formas de vida, obtiene sus moléculas orgánicas de la humedad presente en la tierra, del carbono inorgánico de las rocas y del nitrógeno que proviene del amonio que rodea los minerales.
Largo camino por la Evolución
En el largo trayecto evolutivo hasta las profundidades de la Tierra, esta bacteria ha desarrollado una batería de genes que le permiten hacer cosas impensables en otras formas de vida, como fijar el nitrógeno directamente del elemento químico presente en el medio.
"Casi todos los organismos viven en comunidades con diferentes papeles dentro de cada ecosistema", dice Chivian. Pero 'D. audaxviator' ha obtenido genes fundamentales para su vida de otros organismos, como arqueas, gracias a la capacidad de intercambiar material genético, un proceso conocido como transferencia horizontal que le permite obtener genes de organismos muy diferentes a él.
Estos le permiten, no sólo alimentarse de materia inorgánica exclusivamente, sino convertirse en una espora cuando hay periodos pobres en nutrientes o protegerse a sí mismo del ataque de los virus.
No se trata de un organismo marciano, pero su modo de vida bien podría encajar con las condiciones que podría tener un organismo en Marte. Sin embargo, su procedencia no es extraterrestre, sino todo lo contrario procede del mismo corazón de la Tierra.
De hecho, el nombre de la bacteria procede de la literatura de ciencia ficción del maestro Julio Verne. En un momento de su Viaje al centro de la Tierra, el protagonista, el profesor Lidenbrock, descifra un mensaje que dice en latín: "desciende, 'Audax viator', y alcanza el centro de la Tierra".
Tomado de www.elmundo.es
lunes, 6 de octubre de 2008
¿Pelotas de tenis destripadas o monstruos?
Parecen pelotas de tenis destruídas pero en realidad son los pequeños retoños de los tentáculos de calamar, unas minúsculas ventosas, con diámetros de alrededor de 400 micras (400 millonésimas de un metro, o 0,04 centímetros), puede verse en detalle en estas imágenes de microscopio. Los retoños se alinean con colmillos (en blanco) que ayudarán al calamar a captar la presa.
El Loligo pealei o calamar de larga aleta tienen ocho brazos y dos tentáculos, todos los cuales están revestidos con los monstruosos retoños.
Esta imagen, tomada por Jessica D. Schiffman y Caroline L. Schauer de la Universidad de Drexel, obtuvo una mención honorífica a la fotografía en el 2008 Torneo Internacional de Ciencias e Ingeniería de Visualización-2008, patrocinado por la revista Science y la National Science Foundation.
Fuente: LiveScience
El Loligo pealei o calamar de larga aleta tienen ocho brazos y dos tentáculos, todos los cuales están revestidos con los monstruosos retoños.
Esta imagen, tomada por Jessica D. Schiffman y Caroline L. Schauer de la Universidad de Drexel, obtuvo una mención honorífica a la fotografía en el 2008 Torneo Internacional de Ciencias e Ingeniería de Visualización-2008, patrocinado por la revista Science y la National Science Foundation.
Fuente: LiveScience
sábado, 4 de octubre de 2008
Ballena franca
Pocas personas tienen la suerte de poder nadar junto a un ejemplar de ballena franca. El fotógrafo Brian Skerry es una de esas personas. Junto con su equipo (el buzo que se ve en la foto es su ayudante Mauricio Handler) viajó hasta Nueva Zelanda para obtener fotos tan espectaculares como esta.
Tan sólo quedan unos pocos centenares de estos gigantes en el Atlántico Norte, sin embargo su número no para de crecer en las aguas del Pacífico Sur.
Foto nationalgeographic. Vía Darkroastedblend.
Tan sólo quedan unos pocos centenares de estos gigantes en el Atlántico Norte, sin embargo su número no para de crecer en las aguas del Pacífico Sur.
Foto nationalgeographic. Vía Darkroastedblend.
jueves, 2 de octubre de 2008
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