Un grupo de investigadores de la Universidad de Sussex, en Reino Unido, acaba de descubrir que la comunicación entre los gorilas está relacionada con el hemisferio izquierdo de su cerebro, igual que ocurre en los seres humanos.
La responsable de este trabajo ha sido la psicóloga británica Gillian Sebestyen Forrester, que desarrolló un nuevo sistema para analizar el comportamiento de los gorilas que viven en cautividad.
Gracias a este método pudo comprobar que en estos grandes primates son diestros y que el hemisferio izquierdo de su cerebro no sólo es el que controla la parte derecha del cuerpo, sino también las partes implicadas en el desarrollo de su sistema de comunicación, como son la cabeza y la boca.
Es lo mismo que ocurre con los humanos: el hemisferio derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo, y viceversa. A los cinco o seis años uno de ellos se convierte en dominante. Si es el izquierdo, será el hemisferio del lenguaje; si es el derecho, será el de las emociones.
Algunas hipótesis apuntan que los diestros sufren menos enfermedades y tienen menos accidentes, lo que les habría favorecido a lo largo de la evolución y hace que hoy sean mayoría. También se ha descubierto recientemente que en ser o no zurdo interviene la activación de un gen.
En el caso de esta investigación, publicada en la revista 'Animal Behaviour', Forrester se muestra convencida de que sus resultados con los gorilas podrían proporcionar pistas importantes sobre la evolución de la lengua en los seres humanos. "Compartimos 23 millones de años de evolución con los grandes simios, y hace unos seis millones que nos separamos de los chimpancés. Los gorilas hemos comprobado que tiene formas de comunicación no verbal muy sofisticadas, que creo que fue una de las capacidades de lenguaje que tuvimos alguna vez", ha declarado a 'ScienceDaily'.
Otros trabajos anteriores ya habían mostrado que los chimpancés prefieren también utilizar la mano derecha para realizar tareas manuales, pero hasta ahora nadie había relacionado la comunicación en los primates con su capacidad de utilizar la parte derecha de su cuerpo con más frecuencia.
La responsable de este trabajo ha sido la psicóloga británica Gillian Sebestyen Forrester, que desarrolló un nuevo sistema para analizar el comportamiento de los gorilas que viven en cautividad.
Gracias a este método pudo comprobar que en estos grandes primates son diestros y que el hemisferio izquierdo de su cerebro no sólo es el que controla la parte derecha del cuerpo, sino también las partes implicadas en el desarrollo de su sistema de comunicación, como son la cabeza y la boca.
Es lo mismo que ocurre con los humanos: el hemisferio derecho del cerebro controla el lado izquierdo del cuerpo, y viceversa. A los cinco o seis años uno de ellos se convierte en dominante. Si es el izquierdo, será el hemisferio del lenguaje; si es el derecho, será el de las emociones.
Algunas hipótesis apuntan que los diestros sufren menos enfermedades y tienen menos accidentes, lo que les habría favorecido a lo largo de la evolución y hace que hoy sean mayoría. También se ha descubierto recientemente que en ser o no zurdo interviene la activación de un gen.
En el caso de esta investigación, publicada en la revista 'Animal Behaviour', Forrester se muestra convencida de que sus resultados con los gorilas podrían proporcionar pistas importantes sobre la evolución de la lengua en los seres humanos. "Compartimos 23 millones de años de evolución con los grandes simios, y hace unos seis millones que nos separamos de los chimpancés. Los gorilas hemos comprobado que tiene formas de comunicación no verbal muy sofisticadas, que creo que fue una de las capacidades de lenguaje que tuvimos alguna vez", ha declarado a 'ScienceDaily'.
Otros trabajos anteriores ya habían mostrado que los chimpancés prefieren también utilizar la mano derecha para realizar tareas manuales, pero hasta ahora nadie había relacionado la comunicación en los primates con su capacidad de utilizar la parte derecha de su cuerpo con más frecuencia.
Códigos de señales
Para ello, la psicóloga realizó un exhaustivo análisis de las señales visuales que se enviaban los gorilas y logró codificarlas. "Por ejemplo, en lugar de etiquetar subjetivamente un comportamiento como agresivo, lo que he hecho es desmenuzar las diferentes fases de su mirada, la expresión facial y su acción física. Y he buscado patrones repetidos dentro de su contexto social", explica.
El 'laboratorio' de su experimento fue el Parque de Animales Salvajes de Kent, donde hay una gran familia de gorilas que vive en un recinto que recrea el hábitat salvaje de las selvas del centro de África.
Forrester puso especial atención en el comportamiento de una hembra adulta, de 13 años de edad, llamada 'Foufou', en su hijo y en la red social en torno a ellos. "Los simios, como los humanos, utilizan una extensa gama de signos de lenguaje no verbal en su interacción, como son las expresiones faciales, las miradas o los gestos con las manos. Por ello, analizando sus acciones físicas sincrónicas podemos descubrir sus señales de comunicación y probar que, en el fondo, hablan unos con otros", argumenta.
El método multidimensional que ha utilizado también puede ser útil para estudiar otros grupos de individuos que no tienen capacidad verbal. De hecho, en estos momentos la psicóloga trabaja con un grupo de niños de entre dos y cuatro años que tienen dificultades para hablar. "Los datos que proporciona este sistema pueden ayudarnos a entender señales que fueron importantes en la evolución de la lengua y también para mejorar la diagnosis de enfermedades como el autismo", aventura.
Tomado de www.elmundo.es
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